domingo, 27 de maio de 2012

O Brasil transparente


"La ley ha sido considerada como una “revolución política” que pondrá a los ojos de los ciudadanos los rincones hasta ahora más oscuros de las diferencias a veces abismales entre el sueldo base de un trabajador (240 euros) con el de algunos jueces y políticos que, entre pitos y flautas, pueden llegar a ganar o a costarle al estado hasta 60.000 euros mensuales.
Una ley tan revolucionaria, que el Sindicato de Funcionarios del Congreso se opone a su realización y amenaza impugnarla bajo el pretexto que puede atentar a la seguridad de los funcionarios y de sus familias si la gente sabe lo que ganan, a través de los llamados “secuestros relámpagos” que en Brasilia se dan ya dos por día y han crecido un 53 % el último año.
Se podrá saber, como a veces ha revelado la prensa, que, por ejemplo, un chófer del Congreso gana más que un oficial de Marina que pilota una fragata. O que un asesor de tercera categoría de un diputado gana más que un científico investigador de la prestigiosa Fundación Oswaldo Cruz que estudia las nuevas vacunas para salvar millones de vidas. O que el jefe del aparcamiento de coches del Congreso gana más que un catedrático de la Universidad. O que, al revés, un cirujano del sistema público de salud del Estado gana 70 reales (30 euros) por una operación a corazón abierto que equivale a lo que gana una empleada doméstica en un día."

Juan Arias, no seu blogue "Vientos de Brasil".

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